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jueves, 9 de agosto de 2007

las siete maravillas

Las Siete Maravillas del Mundo eran construcciones consideradas en la Grecia Antigua como monumentos a la creación y el ingenio humano. La lista clásica se basó en un breve poema de Antípatro de Sidón [hacia 125 a.C.] donde el poeta alababa dichas construcciones.
¿Quién puede determinar cuáles son las siete más grandes proezas arquitectónicas de la historia de la humanidad? ¿Es posible someter a concurso la importancia de las obras arquitectónicas que ya son consideradas como patrimonio histórico de la humanidad? ¿Cuáles pueden ser los parámetros de selección para un evento de esta naturaleza? Estas son sólo algunas de las preguntas que han surgido a raíz de un extraño certamen global en el que se convoca a -todos- los ciudadanos del mundo a votar a través del Internet para elegir -las Siete Nuevas Maravillas del mundo-. Las Siete Maravillas del Mundo eran construcciones consideradas en la Grecia Antigua como monumentos a la creación y el ingenio humano. La lista clásica se basó en un breve poema de Antípatro de Sidón [hacia 125 a.C.] donde el poeta alababa dichas construcciones. Antípatro de Sidón, que vivió en el siglo II a.C., fue uno de los muchos escritores que hicieron una relación de los monumentos y construcciones del mundo que se consideraban síntesis de la belleza. Es probable que las obras consideradas como Maravillas fueran solamente siete, primero porque éste era un número mágico entre los griegos y segundo porque hasta ese momento el mundo estaba conformado por los países ubicados alrededor de la cuenca del Mediterráneo. Las obras que en ese momento fueron consideradas como las Siete Maravillas del mundo son: El Mausoleo de Alicarnasso; el Coloso de Rodas; los Jardines colgantes de Babilonia; el faro de Alejandría [en algunas listas aparecen las murallas de Babilonia en lugar del faro de Alejandría]; la estatua de Zeus; el templo de Artemisa en Efeso, y las pirámides de Keops en Egipto, que existieron entre los años 2500 a 200 antes de Cristo, y de las cuales sólo sobreviven las pirámides de Giza. Actualmente, el empresario suizo-canadiense Bernard Weber pretende elaborar una lista con las -Siete Nuevas Maravillas del mundo-. Para llevar a cabo este evento creó en el año 2001 la fundación -Seven New Wonders [7NW]- cuya sede esta ubicada en el Museo Heide-Weber en Zurich, Suiza, un icono arquitectónico en sí mismo, por ser el último edificio diseñado por uno de los más importantes creadores del periodo moderno, el arquitecto franco-suizo Charles-Édouard Jeanneret, Le Corbusier. Desde el comienzo, este proyecto se ha desarrollado partiendo de la premisa: -El legado histórico es nuestro futuro- [Heritage is our Future] y su principal misión es proteger el patrimonio arquitectónico de la humanidad, para evitar que se destruyan los monumentos y edificios que se encuentran en un serio estado de deterioro y así poder rescatarlos de la destrucción. En el año 2001, Weber propuso un total de 200 obras para participar en este evento, posteriormente la lista se redujo a 77 y luego a 21 con ayuda de un panel de expertos en arquitectura, encabezado por el ex director general de la UNESCO Federico Mayor. Dentro de la lista de obras finalistas dada a conocer el 1 de enero de 2006 en Zurich, se encuentran obras tanto de la arquitectura antigua como de la arquitectura moderna y contemporánea, estas son: • El observatorio de Stonhenge en Inglaterra, • La Acrópolis de Atenas; • La Alhambra de Granada; • La Muralla China, • Machu Picchu en Perú; • El Taj- Mahal de la India, • Los Gigantes de la Isla de Pascua, • La gran pirámide de Giza en Egipto; • El Coliseo de Roma; • Chichén Itzá en México, • La Ciudad de Petra en Jordania, • La Ciudad de Timbuktú en Malí, • Angkor en Camboya, • El Castillo de Neuschwanstein • El Kremlin de Moscú • El Templo de Kyomizu de Japón • La Basílica de Santa Sofía de Turquía • La Torre Eiffel de Paris; • La Estatua de la Libertad de Nueva York; • La efigie del Cristo Redentor de Brasil; • La Casa de la Ópera de Sidney, Esta tarea ha atraído el interés de más de veinte millones de personas de todo el mundo quienes han demostrado su apoyo votando a través del Internet o enviando mensajes de texto desde sus teléfonos móviles. Sin embargo, así como la fundación ha conseguido el apoyo de un gran número de personas, también ha sido objeto de numerosas críticas que rechazan con indignación el concurso, como fue el caso de los funcionarios del gobierno Egipcio quienes han afirmado que este evento no tiene estatura científica ni oficial. Si bien, la tarea que pretende realizar la fundación -Seven New Wonders- y las intenciones de su creador son plausibles -pues la conservación del legado arquitectónico de la humanidad es una tarea cuyo valor no se discute, por el contrario se reconoce el hecho de invertir en acciones que puedan beneficiar a la comunidad internacional-, lo cuestionable es someter a concurso la importancia de las obras arquitectónicas que por su valor histórico, cultural y estético ya son consideradas como patrimonio de la humanidad, pues este hecho promueve que las obras se “cosifiquen” en imágenes y sean juzgadas a partir de su apariencia superficial a expensas de cualquier lectura más profunda. En este caso, todo lo que existe es imagen, y la arquitectura se convierte en mercancía que se selecciona sin indagar en los valores ni en los elementos que convirtieron a estas obras en espacios paradigmáticos. Así también, resulta absurda la reunión simultánea de obras cuya creación responde a tiempos, conceptos y valores totalmente distintos unos de otros. En este caso, puede uno preguntarse ¿Cuáles pueden ser los parámetros y el criterio de selección para un certamen de esta naturaleza...? Frente a este cuestionamiento, los organizadores de -Seven New Wonders- argumentan que el criterio bajo el que se han elegido las obras es el que miles de personas alrededor del mundo han establecido con sus votos ¿Esto entonces quiere decir que las obras que aparecen en esta lista no son necesariamente lo que un especialista podría considerara como los sitios y monumentos más importantes, excepcionales o representativos de un país? Entonces… ¿En qué radica el calificativo -o el estatus- de -Maravillas-? ¿En la -popularidad- de las obras? ¿En que su imagen resulta -significativa- o fácilmente identificable para el mayor número de personas –o cibernautas- en el mundo? Al parecer, sí, si consideramos que un concurso con estas características es la consecuencia de un mundo dominado por la imagen, en el que los avances tecnológicos en materia de telecomunicaciones nos aseguran estar siendo inundados constantemente por -formas- que en muchos casos carecen de contenido. Así también, la manera en que se ha llevado a cabo la campaña -Seven New Wonders- [semejante a la de los concursos para calificar cuál es la mujer más bella del mundo o para elegir al ídolo musical del momento] es característica de la cultura de consumo pues se deja a un lado el discurso -significativo- que pueda contener cualquiera de las obras que se encuentran en la lista de participantes; para darle paso a un espectáculo en el que es mucho más emocionante la manera de votar y el número de personas que participan, que las mismas obras; lo que reduce lo -Maravilloso- a un juego de lo superficial. De ahí que en este concurso puedan observarse obras tan importantes como la Acrópolis de Atenas o Santa Sofía -compitiendo- con la Estatua de la Libertad, que indudablemente puede ser considerada como el icono de la cultura norteamericana –así como la imagen de la dominación, de la cultura del consumo o de la decadencia del mundo occidental para otros-, identificable en todo el mundo, pero… que no tiene ningún punto de referencia para ser comparada con las obras antes mencionadas. Si la misión de Bernard Weber ha sido desde un principio la protección del legado histórico, entonces… ¿Porqué seleccionar solamente -Siete- obras cuando la UNESCO tiene catalogadas más de 835 y año con año incrementa el numero para promover el cuidado y la conservación del patrimonio arquitectónico? La respuesta lógica sería tan simple como: Porque se esta reviviendo el concepto de “SIETE Maravillas” creado en la Grecia antigua, pero… No sería también muy lógico que ese número se incrementara si se toman en cuenta: Primero, las intenciones de Weber y que tienen como prioridad el cuidado y conservación de monumentos ubicados no sólo en uno o dos países sino en todo el mundo –y que debería ser lo más importante-; Segundo, que el concepto de -Siete Maravillas- representaba las construcciones y monumentos más bellos de -TODO- el mundo clásico. Es importante mencionar que en el momento –y lugar- en el que se eligieron las Siete Maravillas el mundo estaba conformado sólo por los países que se encontraban al rededor de la cuenca del Mar Mediterráneo ¿Qué no a más de dos mil años de la primera lista, el mundo ha incrementado su tamaño así como la cantidad de construcciones y monumentos arquitectónicos? Independientemente de cuestionarnos si es posible someter a concurso las grandes proezas de la arquitectura; si existen o no parámetros de selección para llevar a cabo un certamen de esta naturaleza; o criticar si es este un espectáculo, lo que debemos hacer es reflexionar en torno al valor de las obras del pasado pues… ¿Qué sería del hombre sin la conciencia de los valores que lo arraigan al presente y que lo definen para el futuro? ¿Qué no la personalidad tanto de un individuo como de una comunidad se forja a partir del dialogo entre el ambiente presente y el pasado? De tal suerte que tengamos la responsabilidad de preservar el patrimonio que inevitablemente transmite el momento histórico en el que fue creado y que perpetua al grupo social que tuvo a bien conservarlo. De esta manera podremos aportarle a los ciudadanos del mundo -documentos vivos- que sirvan a su vez para consolidar y documentar a las generaciones futuras. Algunos datos sobre la fundación -Seven New Wonders- Este organismo fue financiado desde un principio [1999] por el mismo Bernard Weber y un pequeño número de personas, entre las cuales se encuentran personajes como el actor Dennis Hooper, el escritor brasileño Paulo Coelho, Bertrand Piccard [quien realizó el primer vuelo en globo alrededor del mundo sin escalas, en 1999] y el ex director de la UNESCO Federico Mayor Zaragoza. Es importante mencionar que actualmente, todas las personas del mundo pueden participar en el proyecto -Seven New Wonders- votando a través del internet o enviando un mensaje de texto a través de su teléfono móvil [cada voto por internet o mensaje telefónico tienen un costo de 2 dólares –que es la donación mínima que se puede efectuar-]. El 50% de los fondos recaudados en el proyecto 7 Nuevas Maravillas del mundo estarán destinados para la restauración de las grandes obras de la humanidad. Uno de los más importantes proyectos de la fundación es reconstruir la estatua Gigante del Buda Bamiyan en Afganistán, destruido por los talibanes en abril del año 2005, y cuya réplica fue el rasgo distintivo del Pabellón Suizo proyectado en conjunto con la fundación -Seven New Wonders- para la Feria Mundial de Japón de ese mismo año. Se ha calculado que se requeriría para ello de un presupuesto de entre 30 y 50 millones de dólares. En dónde se encuentra ubicada la Fundación La sede de la fundación -Seven New Wonders- esta ubicada en el Museo Heide-Weber en Zurich, Suiza, un icono arquitectónico en sí mismo, por ser el último edificio diseñado por el renombrado arquitecto Le Corbusier. Un reconocimiento para los miembros de la fundación -Seven New Wonders-. Como parte de la celebración por la elección de las Siete Nuevas Mravillas del mundo y como un reconocimiento a las personas que colaboren con sus votos y donaciones, se construirá una placa conmemorativa del evento, en la que aparecerán todos los nombres de las personas participantes. Ceremonia en Lisboa. La ceremonia de la declaración universal de las nuevas Siete Maravillas del mundo tendrá lugar el día 7 de julio del presente año [7/7/2007] en el Estadio da Luz de Lisboa, recinto en el que podrán asistir hasta 50,000 personas sentadas. Para este evento se prepara un espectáculo similar al que cada cuatro años se celebra con motivo de los Juegos Olímpicos. Si bien todavía no hay nada definido, João Carlos Oliveira, consejero delegado de la empresa Young y Rubicam Brands una de las dos compañías responsables de la publicidad y producción del evento, explicó algunos pormenores del proceso. -Nuestro presupuesto rondará los doce millones de euros y tendremos siete patrocinadores del evento-, matiza, -puesto que el dinero de las entradas no nos permitirá soportar estos gastos-. En el año 2006 todavía no existía una tabla de precios para los boletos, pero lo que hasta este momento sí se sabe es que el valor promedio de la entrada a esta ceremonia será aproximadamente de unos cien euros. Los organizadores de este evento han comentado que la ceremonia de declaración universal ha despertado un interés muy grande, pero no será sino hasta unos meses antes del evento que comenzarán con una campaña más intensa de publicidad no sólo en el internet sino en la televisión y la radio. Han dicho también que ya ha habido muchas peticiones por parte de los presidentes y otras autoridades de los países candidatos para estar presentes en la ceremonia. En Portugal ya se han establecido actividades paralelas a este evento, como la elección de las Siete Maravillas de Portugal, que tendrá un proceso similar al de las Maravillas del Mundo. Autor: Valentina Olmedo [editora de arq.com.mx] [Las 7 nuevas maravillas del mundo [Seven New Wonders / 7NW] / 2007-06-01]

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